Alojamiento, abono transporte, coste de los estudios, distancia respecto al lugar de origen… son algunas de las circunstancias que deben valorar los aproximadamente 270.000 estudiantes que solicitan una beca Erasmus cada año. Los jóvenes que optan por este programa de movilidad europeo habitualmente tienen una media de 24 años, se pasan casi seis meses fuera y reciben una ayuda mensual de 281 euros para cubrir sus gastos.

Europa es muy amplia y variada, y muchas grandes ciudades pueden tener un atractivo especial, pero es importante pensar con detenimiento los pros y los contras de cada destino. Una de las principales preocupaciones entre los Erasmus es el alojamiento y en este campo Roma, Bruselas y Berlín son las ciudades donde un piso compartido es más económico, entre 440 y 550 euros. Por el contrario, Londres, París y Dublín ponen más difícil al estudiante el poder alquilar una vivienda, ya que los precios oscilan entre los 650 euros y los 830 como es el caso de la ciudad inglesa, según datos de Spotahome, una startup española especializada en encontrar alojamiento a jóvenes.

El transporte es otro de los puntos a tener en cuenta, ya que moverse por las ciudades no siempre es económico. Esto lo saben bien los estudiantes que hayan elegido Dublín o Londres, ya que los abonos mensuales cuestan 114,50 y 62 euros respectivamente, situándose como los más caros de Europa. Bruselas goza del transporte más barato, con un precio de unos 7,50 euros. Madrid o Milán también son ciudades económicas en cuanto a transporte, ya que el abono apenas supera los 20 euros mensuales.

A su vez, el coste de los estudios es muy variable entre los diferentes países y muchas veces determinante para que un Erasmus elija un destino u otro. Los estudiantes más agraciados en este aspecto serán los que estudien en Alemania o Austria, ya que las tasas universitarias son gratuitas. Sin embargo, aquellos que lo hagan en Reino Unido o Irlanda tendrán que abonar un importe de hasta 11.500 euros en concepto de tasas.  Sin embargo, lo que tienen en común todas las ciudades europeas que ejercen de destino Erasmus son los recuerdos que crean en los estudiantes, toda una experiencia de vida.